viernes, 5 de marzo de 2010

7:19 (No es capítulo 7 versículo 19 de la biblia)

Eran las 7:19 de la mañana del 19 de septiembre de 1985, como todos los días mi madre y yo habíamos lasido a las 7 de la mañana de nuestra casa ubicada en la colonia El Centenario en Naucalpan rumbo a la Escuela primaria María Enriqueta Camarillo en el municipio de Netzahualcoyotl. Si, una travesía bastante larga pero no había otra opción, mi madre trabajaba con mi tía en ese municipio y no había quien se quedara conmigo en casa para llevarme a una escuela más cercana pues mis dos hermanas mayores se encontraban viviendo la rebeldía natural de la adolescencia y mi otra hermana bastante trabajo ya tenía con sus estudios como para hacerse cargo de los mios, mi padre... honestamente no recuerdo en ese momento en donde estaba pues a lo largo de mi vida el tiempo que él pasó en casa fué muy poco y esporádico, hasta unos años de su muerte fué que se quedó a vivir con nosotros de manera regular. En ese tiempo tenía yo 6 años y cursaba el segundo grado de primaria.

Recuerdo muy bien que estabamos en la estación "Tacuba", el vagón del metro se encontraba semi vacío, aunque había los suficientes pasajeros como para que yo tuviera que viajar parado. Estaba parado justamente frente a la puerta, con la natural molestia cuando uno es niño de estar mucho tiempo en el mismo lugar. Ese día no había sucedido lo que me pasó en un varias ocasiones, distraído en pensamientos de niño y con la prisa de mi madre de saber que ya era tarde en varias ocasiones olvidamos mi mochila con mis cuadernos y libros en casa, pero no en esa ocasión... esa vez si llevaba mi mochila con todo lo pesado y cansado que eso representa. Después de algunos minutos de estar en esa estación veo que al lado de nosotros llega el tren que viaja en sentido contrario, en el otro hay mucha más gente que en el que viajamos nosotros y de repente, siento un movimiento de vaivén.

En un principio el movimiento se siente ligero, pero con el transcurrir de los segundos se va haciendo más y más fuerte hasta que llega un momento en que parece que los dos trenes chocan uno con otro. Veo a la gente confundida, me asomo por la puerta para ver quien es el que está empujando los trenes y decirle que ya pare por que "se siente feo", pero los pasillos están desiertos, lo señanamientos en el techo se balancean de un lado a otro, veo en el reloj la hora en que está sucediendo todo "7:19".

No recuerdo cuanto tiempo duró el movimiento pero para mí fué una eternidad. Después de que cesó, mi madre me tomó de la mano y fuimos rumbo a la salida. Hasta ahí todo lo tengo claro, el problema es lo que sucedió después. Recuerdo que salimos de tacuba, había mucha gente corriendo y también recuerdo que caminamos durante muchas horas. Caminabamos y encontrabamos gente que ofrecía sus autos para transportar a quienes iban en camino, nos subimos a una combi que nos ayudó a atravezar el centro de la ciudad. Tengo vagas visiones de edificios derrumbados, pero lo que tengo muy claro es el ruido de las sirenas de ambulancias y carros de bomberos por toda la ciudad. Cuando terminó el recorrido en la combi nos subimos a un "ruta 100" que nos llevó me parece que a la estación del metro Zaragoza, no sé por que pero recuerdo claramente una de las canciónes que iba escuchando el chofer durante el recorrido, de ahí nos subimos a un "Chimeco" para llegar después de 5 horas a la casa de mi tia.

Eran las 12:30 cuando nos bajamos del camión y caminamos hacia la casa. No había gente en las calles, no se veían pasar muchos carros por la avenida que generalmente siempre estaba muy transitada y había muchos comercios cerrados. Llegamos a casa, mi tía creo que se encontraba junto con mi abuelita viendo las noticias, mi primo estaba (raro en él por que nunca se interesaba por nadie más que por él mismo) bastante consternado por todo lo que había pasado, recuerdo que le insistí en que jugara fútbol conmigo y tanto era su pesar que se negó. Mientras estaba en el patio con mi primo mi madre estuvo hablando con mi tia, creo que sólo estuvimos media hora en casa y optamos por regresar de nuevo hacia nuestra casa.

De regreso algunas de las estaciones del metro ya se encontraban funcionando pero con todo y eso nos hicimos aproximadamente cinco horas de camino. Cuando por fin llegamos a casa encontramos a dos mis hermanas, ellas estaban asustadas y preocupadas y apesar de que se alegraron de que habíamos regresado la preocupación continuó pues mi hermana mayor, al no saber nada de nosotros, había salido a buscarnos. Ese día caminé como no lo había hecho nunca en mi vida y por lo tanto cuando fué la hora de dormir caí rendido.

En nuestra familia no hubo pérdidas que lamentar, mis padres, hermanos y yó resultamos espantados, pero ilesos. Desgraciadamente para muchas familias no fué así y recuerdan con amargura y dolor este acontecimiento. De todo esto hay algo que me queda muy claro, puede sonar algo bastante populista y trillado pero como sociedad hemos demostrado una y otra vez la solidad que nos caracteriza, desde la gente que estuvo dia y noche en labores de rescate y remoción de escombros, hasta la que ofreció sus vehículos para el traslado de lagente a su destino. Veo con amargura las imágenes de Chile, en donde tiene que estar el ejército y determinar toques de queda para evitar que la gente destruya y robe en comercios, y no quiero que se me tache como al "Chunko" de xenofóbico y racista, no quiero que se me malinterprete pues he visto gente que no se roba comida sino aparatos electrónicos. Por el contrario, en México se vieron brigadas de gente organizando la ayuda, separando y ordenando los medicamentos, ayudando con el tratamiento de los cadaveres, etc.

Pero, como decía mi querido amigo Alex Lora (del cual hay ciertos rumores de que le pirateó alguna canción a el fallecido Rockdrigo que justamente vió el fin de su vida en el terremoto del 85 junto a su pareja ya que se derrumbó el edificio en donde vivía), ¿y esto que tiene que ver con las bicicletas descompuestas? Pues tiene que ver con que debido a los movimientos telúricos que se han presentado en los últimos días en países de nuestro continente me he puesto a pensar que desgraciadamente pareciera que se nos olvidó todo lo que hemos vivido en cuestión de desastres naturales y no hacemos nada para estar prevenidos. Me imagino a la gente de Chile hace un mes viendo las imagenes de Ahití en las noticias, compadeciendose de ellos por haber sufrido ese desastre de tan grande magnitud incluso revisando si podían ayudar con algo, ropa, medicamentos, dinero, etc. y de repente te sucede un sismo de mayor intensidad y lols agarra desprevenidos y ahora son ellos los que necesitan la ayuda. Es decir, no tenemos un plan de acción para este tipo de desastres, bueno, quise decir la mayoría de nosotros no tiene, es más, algunos de nosotros (para que no se me ofendan por la generalización) no tenemos dicho plan. ¿Sabes si en la escuela de tus hijos hacen simulacros sobre que hacer en caso de terremotos?, ¿Sabes si tus hijos conocen en dónde se encuentra el punto de reunión en caso de una evacucación?, ¿Tú sabes que hacer en estos casos en tu centro de trabajo o escuela?, ¿Tienes alguna estrategia en tu casa para una situación de este tipo? Con esto no quiero decir que va a temblar dentro de una semana o que va a haber un desastre de grandes magnitudes (como me lo hicieron saber hace unos dias que predijo la afamada astróloga Giovanna en un correo que circula desde quien sabe cuando) sino sólo que tengamos un poco de sentido común y nos demos cuenta de que esto puede suceder en cualquier momento y que lo mejor es estar preparados. Por último un video, o como dicen los españoles, vídeo de lo que sucedió en el terremoto del 85 para que se nos desempolve la memoria.

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